Una serie de estas obras abordan las partes ocultas de nuestra identidad a través del prisma de las creencias religiosas, que en un grado u otro se encuentran en lo profundo del laberinto de nuestra conciencia. Por analogía, el artista nos dice que una persona es un recipiente, una especie de contenedor de experiencia, conocimiento y preconceptos, nacido del polvo de estrellas, como todo lo que nos rodea. Cada uno de nosotros es único e imperfecto, al igual que cada una de las jarras. Depende de nosotros cómo llenarnos, pero todos estamos sujetos a la influencia del entorno. Todas las jarras están interconectadas, crean una composición común y se comunican entre sí a través del color, la luz, absorbiendo y reflejando en sus superficies imágenes de otras jarras y del entorno. El mundo está abierto frente a nosotros, en algún lugar está habitado y bien estudiado, en algún lugar hay naturaleza intacta por el hombre, y en algún lugar se pueden ver nuevos asentamientos junto a ruinas antiguas. En el mundo del futuro, una persona siempre tendrá manchas blancas en los mapas, tanto de la tierra como del espacio.
SERIE de cuadros "CLAY CREATIONS" (4 piezas)
100x65x1,5 cm (25,6x39,4x0,7 pulgadas)